Atlético de Madrid 4 – 0 Espanyol
El Kun Agüero fue la figura del encuentro
Por José Luis Guijarro:
La escasa afluencia de público al estadio Vicente Calderón –apenas veinte mil espectadores-, unida a una noche fría y desapacible, así como a la mediocridad que caracteriza el juego del Atlético de Madrid, hacían presagiar un espectáculo tedioso en la ribera del Manzanares.
Sin embargo, la lúgubre disposición del R.C.D. Espanyol a la hora de afrontar el encuentro, exento por completo de actitud combativa, se convirtió en el bálsamo perfecto para aliviar los dolores del club colchonero, el cual terminó ofreciendo un festín goleador al maltrecho aficionado rojiblanco.
Tras un comienzo titubeante por parte de ambos equipos, sin ocasiones reseñables, fueron los dos mejores jugadores atléticos durante la contienda, Reyes y Agüero, los que, en el minuto 25 de partido y tras una magnífica pared, sirvieron en bandeja el primer gol a un Diego Forlán aún en horas bajas.
Con la victoria por la mínima se llegó al descanso, preludio unos segundos 45 minutos en los cuales el Espanyol siguió empeñado en insuflar vida al “enfermo” que, en palabras del entrenador atlético, es a día de hoy el club rojiblanco.
De esta forma, y sin un juego excesivamente brillante por parte del equipo de casa, la historia de la segunda mitad se resume en la historia de sus goles -dos de un espléndido Agüero y uno de Maxi para cerrar el 4-0 definitivo-, así como en la ovación del Calderón a uno de sus jugadores amados y odiados a partes iguales, el sevillano José Antonio Reyes, a quien Quique Sánchez Flores parece haber recuperado –será necesario ver hasta cuándo- para la práctica del fútbol. Igualmente significativa y esperanzadora resulta la incorporación progresiva de futbolistas de la cantera al primer equipo por parte de Quique: Domínguez en el lateral izquierdo, del mismo modo que Camacho en la medular –éste ya en la segunda mitad-, cumplieron correctamente con su labor. El senegalés Ibrahim, novedad en la convocatoria, habrá de esperar una nueva oportunidad para debutar tras haber calentado hasta en dos ocasiones en la banda durante el encuentro. En cualquier caso, buenas noticias para un club mermado económicamente y necesitado más que nunca del buen hacer de sus promesas.
Sin embargo, la mejoría -leve aún- del equipo rojiblanco, deberá confirmarse en las próximas tres jornadas ligueras en las cuales, Xerez, Villarreal y Tenerife marcarán a buen seguro el devenir del conjunto atlético en la competición, al tratarse de equipos situados en la parte baja de la tabla, ideales a priori –si es que en el Atlético de Madrid sirven de algo los a prioris-, para encarrilar la tan ansiada racha de triunfos.
FICHA TÉCNICA:
Atlético de Madrid: Asenjo; Ujfalusi, Perea, Juanito, Domínguez; Reyes (Maxi Rodríguez, m. 68), Assuncao, Jurado, Simao (Antonio López, m. 86); Forlán (Camacho, m. 75) y »Kun» Agüero.
Espanyol: Kameni; David García (Pillud, m. 46), Roncaglia, Forlín, Chica; Moisés Hurtado, Verdú (Sahar, m. 68); Luis García, Nakamura, Callejón (Coro, m. 46); y Tamudo.
Goles: 1-0, m. 26: Forlán. 2-0, m. 51: Agüero, de falta directa. 3-0, m. 84: Agüero. 4-0, m. 89: Maxi Rodríguez.
Árbitro: José Luis González González (C. Castellano-leonés). Amonestó Simao (m. 17), Assuncao (m. 72) y Juanito (m. 76) por parte del Atlético de Madrid y a los Roncaglia (expulsado por doble amarilla en los minutos 46 y 84), Nakamura (m. 59) y Verdú (m. 82).
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